Villa Epecuén era el nombre que recibía una villa turística que se ubicaba en el partido de Adolfo Alsina, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Sus ruinas se hallan en los bordes de la Laguna Epecuén a unos 7 km al norte de la ciudad de Carhué.
El 10 de noviembre de 1985 el enorme caudal de agua, producto de una gran inundación, rompió el terraplén de piedra y tierra, e inundó gran parte de la localidad, incluido su cementerio. La villa desapareció. Para 1986, el pueblo poseía 4 m de agua en sus calles, llegando en 1993 a más de 10 m.
Pero hoy en día las aguas bajaron y dejaron al descubierto no solo los restos edilicios de la villa sino también el cementerio y sus tumbas destrozadas por el agua que contiene un alto grado de salinidad, esta imagen es una de los tantos objetos materiales destruidos por la naturaleza.